31 de gen. 2012

¿LOS SINDICATOS DESPRESTIGIADOS? Respuesta al diputado Alberto Garzón

Mi amigo José Luis Lopez Bulla( co-firmante del artículo) con Marcelino Camacho

Articulo de: José Luís López Bulla y Manel García Biel .( publicado conjuntamente con Metiendo Bulla). Publicado en : nueva tribuna/ 31-01-2012

Alberto Garzón, Economista y Diputado de IU, ha publicado en su blog sus Primeras impresiones de la reforma laboral. Es posible que sus comentarios hayan herido la sensibilidad de no pocos sindicalistas que siempre somos tan propensos al berrinche cuando no nos doran la píldora. Pero, a buen seguro, habrá otros que pensarán detenidamente las palabras del diputado por Málaga. Comoquiera que el berrinche no lleva a ningún lado, nosotros dos –sindicalistas eméritos-- ponemos a considerar atentamente lo que nos dice el diputado Garzón.

Afirma nuestro hombre que los sindicatos están desprestigiados. Esta es una visión recurrente que también campa por algunos caminos de las izquierdas. Y a la que se ha dado respuesta en Las injustas criticas a los sindicatos. Pero, a nuestro juicio, no se compadece con los datos. Y, francamente, los tozudos datos expresan algo diferente. Tomaremos como elemento la situación catalana, a falta de otra documentación. Aquí han participado en los comicios 1.324.124 trabajadores. Se han elegido 56.768 delegados, cuya proporción a los sindicatos mayoritarios es la que sigue: 24.150 de Comisiones Obreras (42,61%), 23.365 para Ugt (41,22%), 2283 para Uso (4,02%) y 1259 para Cgt (2,22%). Habrá que añadir que el nivel de participación en los centros de trabajo supera, por lo general, el noventa por ciento. Lo que indica que el abstencionismo es, en estos escenarios, bastante irrelevante.


La primera conclusión es que la representación del sindicalismo mayoritario es muy significativa. Pero no lo es como impresión abstracta sino en concordancia con los datos. Y de ellos podemos sacar pacíficamente otra conclusión: no se da tan abultada confianza representativa a quien está desprestigiado. Es más, ¿alguien se ha parado a pensar que, precisamente en ese contexto de recurrente ataque inmisericorde al sindicalismo, los trabajadores responden renovando su confianza en él? Sugerimos que el diputado Garzón discurra sobre el particular y, en base a tan clara documentación de la representatividad sindical, aclare qué relación debe establecerse entre los resultados electorales y su idea del desprestigio sindical.       

En lo atinente a sus primeras impresiones sobre el acuerdo recientemente firmado poco hay que decir. El diputado Garzón tendrá sus motivos legítimos para mostrar su desacuerdo como, en sentido contrario, el diputado Coscubiela lo ha hecho.  Dicho lo cual, no compartimos lo que en su artículo nos dice  Alberto Garzón y que transcribimos de seguida.

Por eso yo veo dos opciones interesantes para los sindicalistas. La primera, aceptar que no hay una relación de fuerzas suficiente como para enfrentar el poder abrumador de la derecha. Eso conllevaría negociar todo lo posible y comenzar una estrategia de reorganización que permita recuperar fuerzas y plantear una ofensiva en los próximos años. La segunda opción, renunciar a negociar y aceptar que es mejor que se gobierne por decreto a participar en un proceso que te hiere. La negociación te hace partícipe, y es una guerra que nunca se ganará en las actuales condiciones. Así, un plan estratégico debería pasar por reconstruir la base social reconcilíandote con ella.

Ninguna de las dos opciones interesantes que plantea nos parecen convenientes.

¿Qué quiere decir exactamente aceptar (sic) que no hay una relación de fuerzas suficiente para enfrentar el poder abrumador de la derecha? Si se refiere al cuadro político institucional no podemos contradecirle. Ahora bien, esa aceptación no se traduce mecánicamente a “lo social”, donde –incluso en estos momentos, y otros peores— la autonomía de dicho espacio (aunque no absoluta) permite una acción colectiva no despreciable a través del ejercicio del conflicto. Que no está al albur de las contingencias y necesidades de ningún partido, incluso de las izquierdas. Efectivamente, el dato de la mayoría absoluta generalizada del Partido popular condiciona la acción del sindicalismo confederal, pero no lo cancela.

La segunda opción no tiene sentido. Renunciar a negociar y esperar que se legisle por decreto o es una broma o algo disparatado. Es cierto que ahora se negocia a la contra, como se ha dicho en  SALIR DE ESTE TIPO DE REFORMAS. Pero incluso en este estado de defensa –y precisamente por ello--  el acuerdo ha ido, en algunos aspectos notables, en dirección opuesta a lo que se pretendía. Que se legisle por decreto a la espera de tiempos mejores sería acompañar al gallo de Morón. Es más, querido diputado, ¿acaso no pondrías el grito en el cielo si el PP gobierna por decreto y no negocia nada con vosotros en sede parlamentaria? Pues, entonces, no vemos las razones para no hacer el sindicalismo confederal tres cuartos de lo mismo. Se nos dirá que lo importante son los contenidos. Justo. Pero es ahí donde discrepamos de la valoración que has hecho, querido diputado.  

 
Alberto Garzón: destinatario

 

Paco Ibañez: A galopar

4 comentaris:

  1. Se dirá lo que se quiera pero los sindicatos están desprestigiados, los datos que se esgrimen de número de delegados, participación etc no son relevantes ni contestan las afirmaciones del diputado Garzón. En los centros de trabajo se tiene esta percepción, las criticas de los trabajadores todas van más o menos en el mismo sentido y esto no es una casualidad, es más bien la expresión de un malestar por muchos temas como por ejemplo la "sacrificada vida" de muchos delegados por poner un ejemplo.

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    1. Totes les opinions son respectables, i cap deu tenir la veritat absoluta. Es posible que es donin casos com els que dius, normalment despres es paguen en les propies eleccions, un "delegat amb vida sacrifica" es un mal exemple que es paga. Pero hi han molts de realment sacrificats fins i tot sacriotficant la seva promocio profesional. I mira no hi ha res com dedicar-si i veuras que no es tan facil, quan tor va be molt pocs ho agraeixen i uan van mal dades tots els responsabilitzen. El que es clar es que sort hi ha dels sindicalistes sino seria la negociacio individual

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  2. Bueno, el argumento de la participación de los trabajadores en elecciones sindicales no dan una idea real del nivel de aprecio general por los sindicatos. Es un argumento falaz, o creemos que por tener un 65% de participación en unas elecciones generales todos los que depositan su voto están felices y contentos con la clase política?
    No caigáis en la misma ceguera pues sería un error que se pagaría con peaje. En lugar de intentar desmontar las críticas, analizad si realmente no habrá algo de cierto en lo que dice Garzón. No os perdáis en una guerra dialéctica, porqué se está produciendo una batalla real, por recuperar derechos, dignidad y algunos su prestigio perdido, pero eso es lo que menos importa al ciudadano de a pie.

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  3. El pueblo repite aquello que constantemente le están machacando y si le machacan que los sindicalistas y los sindicatos no tienen respaldo, pues eso, a repetirlo.
    Pero para hablar hay que estar al pie del cañón peleando por los derechos de todos y dejando en el camino una vida tranquila y más dinero en los bolsillos. Y lo que no se puede hacer ni Garzón ni san dios, es hablar de oídas y pedirle a los sindicatos algo que es obligación de los partidos políticos, plantar cara políticamente hablando, en lugar de escurrir el bulto hacia los sindicatos. NO CONOZCO NINGÚN SINDICALISTA QUE NO SE HONRADO, aunque si que hay aprovechados, farfollas, fantasmas, etc. en las filas sindicales, PERO ESOS SON LO QUE SON, PERO NO SINDICALISTAS. También existen como en todos los ámbitos, también en el político,buenos, malos, listos, tontos, altos, bajos, etc.
    Cuando en las empresas hay problemas, menos los sobraos, el resto acuden al sindicalista y por eso les votan y les seguirán votando. Y para acabar, mal estaría que los trabajadores no pudieran despotricar del prójimo como el resto de los mortales, solo tienen que poner la tele...

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