nuevatribuna.es | 07.12.2010
El puente de la Constitución ha sido un puente maldito para cientos de miles de ciudadanos que se han encontrado con los aeropuertos convertidos en una ratonera sin salida. Sabemos quien han sido los que han “pagado el pato”, los ciudadanos inocentes.
Creo que una gran mayoría podríamos estar de acuerdo en quienes han sido los culpables directos, un grupo reducido de personas, los controladores aéreos, que son una casta privilegiada y corporativa, que utilizan métodos no legales, para chantajear y defender sus condiciones privilegiadas. Condiciones privilegiadas que deberíamos recordar algunos gobiernos les dieron, concedieron o consintieron en su tiempo.
Pero que papel tiene en todo este lío el Gobierno Zapatero. Yo creo que el Gobierno ha actuado de forma farisaica y tratando de engañar a la opinión publica. Y me explico. ¿Por qué precisamente en este Consejo de Ministros se adopta este acuerdo que podría haberse adoptado en cualquier otro, antes o después? El Gobierno era consciente de la posible reacción de los controladores y pese a ello aprueba esa medida sabiendo que la reacción de los controladores podría provocar un caos y afectar a un gran número de ciudadanos que aprovechaban el puente para desplazarse.
Creo sinceramente que el Gobierno ha actuado de forma premeditada. Y después da una demostración de fuerza, que envía una foto de unos desalmados frente a los que un gobierno fuerte reacciona con presteza (presteza si pero con miles de damnificados inocentes).Y esa foro es a nivel interno e internacional. Parece ser que las fotos de cara a especialmente los mercados es lo único que preocupa a nuestro Presidente.
Pero además hay otras razones. El "follón" de los controladores oculta el resto de medidas aprobadas por el Consejo de Ministros, alguna de ellas tan grave como la adoptada en relación a la reforma de las pensiones. El Gobierno hecha un órdago que cuestiona la ponencia del Pacto de Toledo y sitúa a los sindicatos entre la espada y la pared. Prácticamente sin tiempo para intentar un acuerdo en el dialogo social.
Y eso es especialmente grave, porque es evidente que existen posibilidades para un consenso en la reforma de las pensiones. Pero ese consenso es imposible si se hace a partir de posiciones inamovibles como la que el Gobierno plantea de retrasar la edad de la jubilación a los 67, cuando es evidente que es fácil potenciarla voluntariamente mediante mejoras a los que se acojan a atrasar su edad. Cabria preguntarse: ¿el Gobierno quiere un acuerdo sobre esa reforma "estructural” de las pensiones?, o sólo le interesa la foto de un gobierno valiente que aplica un retraso obligatorio de la jubilación a los 67 años, no porque sea la única posibilidad de reforma posible, sino porque es la reforma que ya ha vendido a los mercados.
Creo que esto es lo fundamental de lo que ha sucedido este puente. Todo ello sin entrar a plantear el contenido del decreto que afecta a los controladores que contiene cuestiones muy peligrosas como considerar que las incapacidades temporales (las bajas por enfermedad con parte médico) o las horas sindicales no computan en el horario laboral. O sin plantear la demagogia de atacar al derecho de huelga en sectores esenciales, sin tener en cuenta que lo que ha sucedido nada tiene que ver con el derecho de huelga. En definitiva los controladores y sus actuaciones son despreciables, pero la actitud del gobierno, en este caso, debe descubrirse y denunciarse.
Pero que papel tiene en todo este lío el Gobierno Zapatero. Yo creo que el Gobierno ha actuado de forma farisaica y tratando de engañar a la opinión publica. Y me explico. ¿Por qué precisamente en este Consejo de Ministros se adopta este acuerdo que podría haberse adoptado en cualquier otro, antes o después? El Gobierno era consciente de la posible reacción de los controladores y pese a ello aprueba esa medida sabiendo que la reacción de los controladores podría provocar un caos y afectar a un gran número de ciudadanos que aprovechaban el puente para desplazarse.
Creo sinceramente que el Gobierno ha actuado de forma premeditada. Y después da una demostración de fuerza, que envía una foto de unos desalmados frente a los que un gobierno fuerte reacciona con presteza (presteza si pero con miles de damnificados inocentes).Y esa foro es a nivel interno e internacional. Parece ser que las fotos de cara a especialmente los mercados es lo único que preocupa a nuestro Presidente.
Pero además hay otras razones. El "follón" de los controladores oculta el resto de medidas aprobadas por el Consejo de Ministros, alguna de ellas tan grave como la adoptada en relación a la reforma de las pensiones. El Gobierno hecha un órdago que cuestiona la ponencia del Pacto de Toledo y sitúa a los sindicatos entre la espada y la pared. Prácticamente sin tiempo para intentar un acuerdo en el dialogo social.
Y eso es especialmente grave, porque es evidente que existen posibilidades para un consenso en la reforma de las pensiones. Pero ese consenso es imposible si se hace a partir de posiciones inamovibles como la que el Gobierno plantea de retrasar la edad de la jubilación a los 67, cuando es evidente que es fácil potenciarla voluntariamente mediante mejoras a los que se acojan a atrasar su edad. Cabria preguntarse: ¿el Gobierno quiere un acuerdo sobre esa reforma "estructural” de las pensiones?, o sólo le interesa la foto de un gobierno valiente que aplica un retraso obligatorio de la jubilación a los 67 años, no porque sea la única posibilidad de reforma posible, sino porque es la reforma que ya ha vendido a los mercados.
Creo que esto es lo fundamental de lo que ha sucedido este puente. Todo ello sin entrar a plantear el contenido del decreto que afecta a los controladores que contiene cuestiones muy peligrosas como considerar que las incapacidades temporales (las bajas por enfermedad con parte médico) o las horas sindicales no computan en el horario laboral. O sin plantear la demagogia de atacar al derecho de huelga en sectores esenciales, sin tener en cuenta que lo que ha sucedido nada tiene que ver con el derecho de huelga. En definitiva los controladores y sus actuaciones son despreciables, pero la actitud del gobierno, en este caso, debe descubrirse y denunciarse.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada